La semilla para crear esta estación biológica y ecolodge se plantó en 2022, cuando Carla y Florian se encontraban en Bolivia finalizando un proyecto de investigación. Con años
de experiencia dedicados a la conservación de la fauna
silvestre y al rescate de animales en diversos rincones del planeta, se hospedaron en casa de Mario y Teresa, una pareja de la comunidad indígena Tacana. Durante su estancia, Mario y Teresa no solo les ofrecieron un hogar, sino también un apoyo incondicional en todas sus
necesidades.
Fue en ese tiempo cuando Carla y Florian fueron testigos directos del impacto humano en la biodiversidad local. Durante la estación seca, el aire adquiría un tono naranja durante semanas, incluso meses, debido a las quemas ilegales de la selva para la expansión agrícola. Terrenos que antes rebosaban de verde y vida ahora eran paisajes desérticos por la sobreexplotación de recursos. Las inundaciones, que alguna vez fueron eventos esporádicos. se habían vuelto cada vez más fuertes y frecuentes, devastando la región.
Aunque la comunidad Tacana no participaba en estas actividades destructivas, enfrentaba sus consecuencias de manera constante. Conscientes de la gravedad de la situación, y tras muchas reuniones compartiendo ideas y soluciones con Mario y Teresa, nació este proyecto.
El objetivo del proyecto es doble, Por un lado, la estación biológica busca estudiar y entender la flora y fauna local para protegerla de manera efectiva. Por el otro lado, el ecolodge tiene como meta preservar la cultura Tacana, al mismo tiempo que genera un apoyo económico para la comunidad, permitiéndoles continuar cuidando y conservando su entorno único.